- En julio de 1999
Félix Pis, un ex-ciclista
septuagenario de Llanes, hizo una apuesta
con sus amigos: Subir sus 70 años hasta la
cumbre de L'Angliru. En dos horas y cinco
minutos Félix cubrió los 12,5 kilómetros que
separan La Vega de la cima de L'Angliru,
ganando así una apuesta que consistía en
medio millón de las antiguas pesetas. Como
declaró a la Nueva España después de su
hazaña: “No volveré a subir más, es
terrible. Me tocó sufrir como nunca había
pensado. Gracias a que venía muy mentalizado
para conquistarlo, lo conseguí”.
- El 30 de julio del año 2000,
el salmantino
Vicente Martín Calvo subió L'Angliru en
silla de ruedas. Su aventura con los puertos
de montaña comenzó en el año 95 cuando, sin
ningún entrenamiento, intentó subir los
Lagos de Covadonga. El quedarse a mitad del
puerto fue el acicate perfecto para comenzar
a entrenarse duramente y enfrentar, en el
año 96, la subida al mítico Tourmalet. Lo
consiguió tras tres horas de esfuerzo. En el
2000 el reto estaba situado en la cima de L'Angliru.
Tres horas y cuarto le bastaron para pasar a
formar parte de las leyendas de L'Angliru.
- Si algo tiene L'Angliru de especial es
que sobre su asfalto se han escrito hazañas
épicas cuyo mérito trasciende lo cotidiano.
Una de estas hazañas es la realizada por
Juan José Menéndez, un
discapacitado catalán que se propuso subir
L'Angliru teniendo solamente un brazo
y una pierna. Después de varios años de
rehabilitación y entrenamientos Juan José al
que le faltan un brazo y una pierna, se
convirtió en un deportista Paraolímpico y
situó un objetivo claro en su mente: subir
L'Angliru en una bicicleta adaptada
preparada por el ex-mecánico de Saeco y
Mapei, Sisquillo. Abril del año 2002 fue la
fecha escogida para la subida. En este
primer intento llegó hasta Les Cabanes, pero
al no tener el desarrollo adecuado no pudo
llegar más arriba.
- En mayo de 2002
Jesús González Montoto fue
galardonado con el premio Asturias de
Jardinería y Paisajismo, otorgado por el
Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos
Agrícolas del Principado de Asturias. El
proyecto “Estabilización de taludes y
adecuación paisajística en la Cueña Les
Cabres”, valió para que este perito agrícola
asturiano pasase a formar parte de los
nombres propios del universo ciclista en
L'Angliru. Su mérito no ha estado sobre dos
ruedas pero sí a pie de asfalto, adecuando
la ruta por la que más tarde pasarían los
ciclistas. Según el jurado, el trabajo de
Jesús González “presentaba especiales
dificultades técnicas de ejecución de obra,
en una de las zonas más emblemáticas de
Asturias, consiguiendo una solución
perfectamente adecuada al entorno”. La
ampliación de la carretera de acceso al Angliru, por exigencia de la Vuelta Ciclista
a España, generó un aumento de la pendiente
y de los desprendimientos. El proyecto de
Montoto planteó una fijación al suelo con un
anclaje de mallas y aplicación de sustratos
en una superficie de 900 metros, con lo que
consiguió que una de las partes más
atractivas de la subida a L'Angliru quedara a
la altura de las circunstancias.